CRONICA DE LEVERKUSEN

 

Una vez aterrizado en Málaga, tras un largo y fatigado viaje y con el dolor de una abultada derrota, echamos la mirada atrás y no puedo evitar dibujar una sonrisa. Una sonrisa provocada por haber vuelto a ver, después de muchos años,  a buenos amigos que residen en Alemania y a otros que comparten con nosotros la peña (sección "los cabesas") que viven desde la lejanía pero con intensidad a nuestro Betis y que hace que este viaje sea un recordar continuo de anécdotas y de risas.. 

Empezamos el viaje en Tren desde Frankfurt, donde nos encontramos con los miembros de la peña llegados desde Stuttgart y ya cerveza en mano, camiseta de nuestro glorioso y una mochilla de ilusiones, fuimos con un único destino, la victoria!!!!

llegada a Leverkusen 

Llegados a Leverkusen, volvemos a encontrarnos con viejos peregrinos verdiblancos, curtidos en mil batallas y otras tanta derrotas,  pertenecientes a otras peñas como la siempre presente Juan Andante y otras nuevas, como la unión béticos Mallorca, que vamos conociendo y que sabemos nos volveremos a encontrar en este éxodo interminable que nos lleva durante décadas, en busca de la victoria mas deseada lejos del Villamarin.. 

Plaza Rathaus Gallerie

Como exige el protocolo en estos casos, nos juntamos todos los desplazados para hacer piña, y dar a conocer nuestras credenciales, a través de nuestros cánticos, colores e identidad a la ciudad de Leverkusen, la cuál nos acogió con un clima demasiado hostil (como mal Presagio) con frío, lluvia y falta de luz, pero a los congregados  no nos impidió seguir en nuestra labor evangelizadora, ¡¡En peores plazas hemos toreado!!. Mientras tanto, tenemos la suerte de ir encontrándonos con la gente variopinta que el betis es capaz de convocar y ya con el discurrir de las horas, y algunas cervezas, fuimos entrando en  una especie de trance de emociones positivas que como siempre nos hace pensar "hoy si, hoy es el dia!!!" y que nos lleva a a bailar y saltar cual chamanes alrededor de una hoguera evocando al dios del Triunfo.. Asi, en este momento de efusividad verdiblanca,  estrechamos lazos con varios beticos residentes en tierras teutonas y que no habían dudado en acudir a esta cita llegados desde diferentes puntos de la geografía centro europea (Stuttgart, Bochum, Kiel, Rotterdam, Amberes etc.) y los cuales venían acompañados de sus allegados "alemanes" para hacerles participe de dicha fiesta cuasi religiosa. 


De alli, con paso firme y en formación de Legión romana, fuimos andando hasta el campo de batalla, el BayArena, el cual nos sorprendió y nos pareció un escenario singular pero por contra nos decepcionó bastante la afición local, ya que solo acudieron 15mil germanos, lo que nos llevó a pensar que la primera batalla la teníamos ganada.  Pero como suele pasar con nuestro amado equipo, que a veces da una de cal y otra de arena. Esta vez nos toco arena (doble palada), salimos del estadio con una sentimiento de fracaso, que tristemente  se nos hace tan familiar, pero con la sensación de que mereció la pena haber venido por conocer a tan buena gente, con tanta ilusión y que saben reponerse rápidamente a la derrota, ya que muy poco tiempo después del duro descalabro, volví a ver la ilusión de los beticos desplazados, hablando ya del derby, de Glasgow etc... Porque si hay una palabra que podría definir perfectamente el carácter de la afición del Betis, seria la de  resiliencia...  

Estadio BayArena

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